jueves, 27 de octubre de 2016

Niebla

Me gusta la niebla, pocas cosas en esta vida generan la sensación que vivo cuando estoy en ella.

Los lugares dejan de ser los mismos, los espacios cobran otro significado totalmente distinto, sin límites.

Nada te molesta, estas tú contigo mismo, esa sensación fresca que te deja en la piel…

Me encanta el frío y el sentirme arropado, la perfecta unión de ti con el entorno, el intercambio de calor.


Niebla
Frío en la piel
Liberador respirar
Cercano espacio


Ando y soy feliz

sin razón alguna, soy feliz,

los problemas se van con el sonido de las olas.

Los coches en la carretera paralela al paseo me resultan inaudibles,

forman parte de la vida en la ciudad.

Personas paseando a sus perros en la arena,

ancianos andando tranquilamente agarrados de la mano,

posiblemente recordando tiempos y personas que les llevaron a donde están ahora.

Corredores con la música puesta desahogando el día duro que han tenido.

¿Yo?

Un simple caminante en la niebla,

vividor de sensaciones

pensador descendiente del mono,

alguien despreciable y valioso a su vez.

martes, 11 de octubre de 2016

Dakota


Tras siglos sin abrir ese cajón, Oriol se encontró “frente a frente”  con una fotografía que le reavivó recuerdos que creía perdidos.

En ese trozo de papel se encontraban dos personas a las que costaba reconocer.

Una de ellas era un Oriol más joven lleno de sueños de futuro que jamás se cumplirían, con unas ganas de comerse el mundo que aun mantenía, con unas rarezas que habían desaparecido y sin otras que no tardarían en aparecer.

Un Oriol feliz de estar allí, más flaco y barbilampiño, pero sin nada en su vida de lo que entristecerse.

A su lado, se encontraba lo que durante un periodo de no más de dos años, había sido una de sus mejores amigas. Tardó unos segundos en nombrar su nombre en su cabeza, Dakota, hacia ya mucho tiempo que no había vuelto a saber de ella, todo había acabado de forma desagradable. Con los días, meses y años, esa situación y sentimiento fue desapareciendo junto con su voz, su rostro y demás recuerdos.

Su voz… Oriol de repente se dio cuenta de que ya no recordaba su voz, pero la tristeza de aquel final seguía allí junto a aquella foto.

“Pobres chicos, no saben lo que les espera”

Murmuró para sí mismo mirando aquel papel, le hubiera gustado hablar con aquel chaval sonriente para evitar que cometiera sus mismos errores, enseñarle todo lo que había aprendido debido a aquella situación, pero se dio cuenta de que ser consciente de haberlos cometido habían hecho de él lo que era ahora.

Dakota había sido la única persona en el mundo a la que había odiado y perdido, ahora esos sentimientos habían desaparecido dejando una tristeza que había acabado aceptando.

Cogió su mechero y sin pensárselo dos veces empezó a quemar una esquina de la foto dejándola colgada entre dos dedos para que el fuego se extendiera, poco a poco la imagen de aquellos chicos empezó a desaparecer como lo habían hecho en la realidad.

Eso ya formaba parte del pasado, de un Oriol y una Dakota más jóvenes a quienes les esperaba pasar uno de esos malos tragos que da la vida.

“Gracias Dakota por hacerme quien soy ahora, espero no volver a saber de ti por nuestro propio bien” dijo Oriol antes de tirar el papel aun en llamas a la papelera.

lunes, 10 de octubre de 2016

Hoy toca reflexión.

La vida es extraña, por más planes que hagamos ella siempre va a su bola haciendo lo que ella quiere. En parte eso hace de ella un ser único de incalculable valor, un ser indomable, salvaje, dueño de sí mismo.

Consideramos que la vida es nuestra, pero ella es algo por sí sola, se ofrece al golpe de suerte, a una serie de casualidades que llevan a crearla.

Si ella es independiente entonces, ¿Por qué no paramos de preocuparnos siempre por un futuro que ni existe ni tiene grandes posibilidades de existir?

El sentimiento de no avanzar es realmente nuestro enemigo, el simple hecho de dejar pasar los días sin que estos tengan una repercusión sobre uno mismo, literalmente dejar pasar el tiempo y ver como huye sin que nosotros podamos alcanzarlo, como arena que se escurre entre los dedos.

Limitarnos a quejarnos y ahogarnos en hechos pasados y malestares futuros no es una opción para vivir. Hacer que cada día merezca la pena por algo es lo único que podemos hacer en el presente.

Sentir que cada día has avanzado aunque sea un poco con respecto al anterior.

Solo se vive una vez, tan cierto como repetitivo, tan incierto como que no sabemos lo que nos ocurrirá mañana.

Haz lo que quieras con tu vida que ella hará lo mismo contigo.