miércoles, 3 de agosto de 2016

Lloriqueos del fondo de un vaso

Me tomo con calma el camino andado,
bebo… respiro, y le echo otro trago.
Y es que al fin y al cabo,
las preocupaciones valen lo que la cerveza te quita,
ese sabor amargo de la derrota, ese que te jode la vida.
Me tomo con calma el camino andado,
bebo… respiro, y le echo otro trago.
Si me relaciono con alguien, no me comparo,
esos “Que tal” que te quitan el sueño,
y que realmente te dan igual que hayan encontrado
un trabajo en condiciones o estén en paro,
que sea soltero feliz o felizmente acompañado,
y es que aun no me relaciono con casados.
Yo solo bebo… respiro, y le echo otro trago.
Con el peligro de que me llamen borracho,
ser motivo de mofa, ridiculizado.
Me da igual, suficiente tengo con lo mío,
lo vivido, lo sentido, lo soñado.
Desde pequeño estudiando no para vivir,
sino para ser esclavizado.
¿Del amor?
Ese sentimiento amargo que bebiendo me estoy quitando.
¿Conocimientos?
Los justos y necesarios.
No soy más que un paleto al que unos padres han criado,
un capullo sin causa alguna,
me han llamado indeseado.
Y aquí sigo bebiendo… respirando, y pegando más…
Con el fondo me he topado.
Cambiando de opinión no todo es tan malo,
la vida es bonita para que negarlo.
Por favor camarero, lléname el vaso,
que no quiero pensar, soy solo un vago.
Paso de la rima, paso de explicarlo,
las cosas malas cosa mía,
del resto poco me ha tocado.
Soy solo un borracho que del pasado se queja,
ahogando sus penas,
en el fondo de un vaso.


1 comentario:

  1. Muy impresionante este poema Rendan..
    Sales de tu estilo y hay una cierta dureza, fuerza en tus palabras!
    Me gusta, a pesar del contenido no tan feliz.

    ResponderEliminar