Me tomo
con calma el camino andado,
bebo…
respiro, y le echo otro trago.
Y es
que al fin y al cabo,
las
preocupaciones valen lo que la cerveza te quita,
ese
sabor amargo de la derrota, ese que te jode la vida.
Me tomo
con calma el camino andado,
bebo…
respiro, y le echo otro trago.
Si me
relaciono con alguien, no me comparo,
esos
“Que tal” que te quitan el sueño,
y que
realmente te dan igual que hayan encontrado
un
trabajo en condiciones o estén en paro,
que sea
soltero feliz o felizmente acompañado,
y es
que aun no me relaciono con casados.
Yo solo
bebo… respiro, y le echo otro trago.
Con el
peligro de que me llamen borracho,
ser
motivo de mofa, ridiculizado.
Me da
igual, suficiente tengo con lo mío,
lo vivido,
lo sentido, lo soñado.
Desde pequeño
estudiando no para vivir,
sino para
ser esclavizado.
¿Del
amor?
Ese sentimiento
amargo que bebiendo me estoy quitando.
¿Conocimientos?
Los justos
y necesarios.
No soy más
que un paleto al que unos padres han criado,
un capullo
sin causa alguna,
me han
llamado indeseado.
Y aquí sigo
bebiendo… respirando, y pegando más…
Con el
fondo me he topado.
Cambiando
de opinión no todo es tan malo,
la vida
es bonita para que negarlo.
Por favor
camarero, lléname el vaso,
que no
quiero pensar, soy solo un vago.
Paso de
la rima, paso de explicarlo,
las cosas
malas cosa mía,
del resto
poco me ha tocado.
Soy solo
un borracho que del pasado se queja,
ahogando
sus penas,
en el
fondo de un vaso.
Muy impresionante este poema Rendan..
ResponderEliminarSales de tu estilo y hay una cierta dureza, fuerza en tus palabras!
Me gusta, a pesar del contenido no tan feliz.