viernes, 25 de marzo de 2016

Días extraños

Vivimos con un propósito. Detrás de tanta mierda y desgracia existe un propósito, me niego a pensar que las cosas ocurren porque sí, que no hay más que lo que vemos.

No elijo ninguna religión y elijo todas, seremos simples hormigas en un infinito universo, pero cada una de nosotras tiene mayor valor que todo lo existente, la vida, el misterio definitivo.

Creo en la bondad, muchas personas cercanas me han enseñado su existencia, nada acaba en la muerte, nada acaba en el olvido.

Nadie es ateo completamente, o al menos deseo que sea así, asumimos nuestro pienso luego existo sin preguntarnos siquiera lo que ello representa.

Ahora tengo miedo y me apoyo en mis creencias para seguir adelante, esas que nunca me han defraudado aunque en ocasiones no entienda su funcionamiento, solo tengo cosas que agradecer en este momento, el orgullo de conocer a una persona y mi deseo de que esta no sea una despedida.

Ahora sé que no lo es, se que lo pasaré mal cuando llegue el momento del adiós, pero estoy convencido de que no será definitivo. Hasta entonces disfrutar de su compañía como siempre he hecho, valorar lo que tengo más que nada en este mundo, seguir creyendo, y asumir que las cosas ocurren por una razón.

3 comentarios:

  1. Impresionante tu texto,una reflexión que nos lleva más allá del pensamiento automático,de estar sumidos en esa sensación de que no podemos hacer nada... Gracias!

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  2. Amigo Rendan, siempre es un placer venir a leerte porque acabo haciendo un viaje a mi interior, reflexionar y dialogar con mi propia conciencia.

    Un fuerte abrazo.

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  3. En esos días extraños es preciso resumir nuestra posición como seres humanos. Siempre estará el MISTERIO de lo que fue y de lo que es o sera. Lo único definitivo es la muerte. Pero sentirnos vivos es encontrar un poco de felicidad. Muchas veces me he dicho a mi misma, y si después de morir, realmente descubriéramos que estando vivos era solo una pesadilla? Sera posible?
    Un fuerte abrazo compañero!Me encanta su reflexión.

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