domingo, 31 de mayo de 2015

Vuelta


Alguien dijo una vez, “la soledad es el tedio y la gente el sufrimiento, el mundo no está equipado para ser feliz.” Si estas con gente deseas la soledad y por el contrario, cuando estas solo deseas con todas tus ganas el poder estar con alguien.

Yo, con el tiempo y experiencias en ambos extremos, miro con perspectiva dos etapas de mi vida en las que todo esto se hacía notar y puedo confirmar que parte de razón tenía aquella persona, el hombre no termina de estar a gusto con lo que tiene o deja de tener hasta que no alcanza cierta paz consigo mismo.

Si hay algo que no se puede rebatir es que seguimos navegando, por mucho que intentemos tirar  todo por la borda, siempre habrá cosas que se atan bien fuerte al mástil del barco acompañándote el resto del camino, buenos amigos que se comportan como hermanos y que sabes que siempre estarán allí ya sea para tomarse una cervecita o para contarles tus dramas, familia que querrás y te querrán pase lo que pase, personas que aunque no hayas visto en mucho tiempo, se preocupan por ti con toda sinceridad.

Solo se vive una vez, y estemos o no hechos para ser felices, la realidad es que uno puede serlo si se da cuenta de lo que tiene y no de lo que deja de tener.  La vida va en un solo sentido y por eso mismo nos cuesta tanto tomar decisiones pero, si dejas pasar la oportunidad, el arrepentimiento es un acompañante que te puede estar persiguiendo todo el camino.

Es tiempo de hacer locuras, cambiar de ciudad cada cierto tiempo, tirarse de un puente atado a una cuerda, raparse el pelo, besar a una recién conocida, perseguir a quién crees que puede ser el amor de tu vida, enamorarse y volverse a enamorar, no preocuparse por hacer el ridículo, asumir los errores y aprender de ellos, salir a correr bajo la lluvia sin pensar en los días siguientes metido en cama, una noche de borrachera y mil mas currando para conseguir lo que quieres, admitir que los extremos nunca fueron buenos pero que una vez al año no hace daño, ponerte a ti por delante de cualquiera o viceversa en caso de que sea reciproco.

Una etapa de tu vida se cierra y comienza otra, asumes la responsabilidad de tus actos procurando no dejar a un lado nada de lo que puedas arrepentirte.

Después de mucho tiempo me he dado cuenta de que no estoy solo, estoy orgulloso de lo que tengo, muy buenos amigos y familia, soy feliz y estoy feliz. Asumo mi condición de veleta para cambiar de aires, no dejo que el miedo me estanque, por primera vez puedo mirar hacia atrás sin sentir nada al respecto, el presente es lo que tengo con muy buenos acompañantes y una banda sonora que he sido capaz de recuperar.

Mis malabares que me ayudan a desconectar, mi gran pasión, mi música que me transforma la vida las 24 horas al día, mi guitarra, mi escritura, mi arquitectura, mis sombreros, gafas de sol, relojes de bolsillo, pluma, gabardina, mi sensibilidad a la luz, mi amor por el cine y las series, mi gusto por una cervecita bien fría, mis extraños sueños de futuro, mi flequillo y mi forma de ser, mi ser raro y estar orgulloso de ello, mi religión, mi gusto por la magia y la payasearía,  mi incompatibilidad con el fútbol, mi pensar demasiado, hasta mi pesimismo por momentos, todo ello forma parte de mi ser, todo ello es Rendan Laveriz.

No terminaremos de estar nunca a gusto con nosotros mismos pero puedo admitir que hoy por hoy tengo más de lo que merezco y eso, quiera o no, me alegra el día a día y es algo que agradecer.

3 comentarios:

  1. La vida es una disyuntiva que nos va mostrando lo que debemos de apreciar. Me encanta este escrito porque en este momento estoy en esa eleccion. Un abrazo compañero!

    ResponderEliminar
  2. hola!!!!!!!!!!!!!!! que alegria volver a leerte!!!!!!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  3. Bienvenido amigo, Rendan. Un placer volver a leerte y saber que estás feliz. Me alegro mucho de ello y por ello.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar