jueves, 2 de abril de 2015

Cuentos de Lovecraft

Estaba harto de que le llamaran monstruo, harto de alimentarse de esa asquerosa pecina que había en la zona estancada del rio, harto de vivir en un lugar tan húmedo. Ansiaba la libertad, vivir en una calurosa playa y disfrutar de cada una de las puestas de sol, engordar con el tiempo hinchándose a comer marisco de todo tipo.

Nunca había querido la vida que le había tocado, exteriormente era tal y como la tinta en los libros le describían, vestido de algas, fuerte mandíbula llena de colmillos y garras capaces de amputar un miembro sin dificultad.

Lo que estos no describían era su deseo de codearse en fiestas de etiqueta, de ponerse aparato, y mucho menos de su interés por aprender a tocar el piano.

Le llamaban monstruo pero no era más que un personaje incomprendido de una historia que no había escrito él.

Maldito Lovecraft.

4 comentarios:

  1. ahh! qué buen relato! El "pobre" monstruo incomprendido,pero,que esconde quizás unos deseos que no se corresponden con su físico. Muy bueno!

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  2. El hábito no hace al monje. Encasillamos sin saber y sin conocer.

    Muy bueno tu micro, amigo Rendan.

    Un abrazo.

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  3. Me gustó , un relato muy creativo. Besos

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  4. oooh! tengo que leer a Lovecraft.

    Feliz jueves.

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