Sorpresas, el
mundo está lleno de sorpresas, y es que, ¿No son estas las que hacen de este algo
digno por lo que vivir?
Sorpresas hay
de todo tipo y aun así, es una palabra que lleva consigo la connotación de algo
bueno, algo fuera de lo normal que no nos esperamos y que al encontrarnos con
ello simplemente nos alegra el día.
No entiendo a
la gente que dice que no le gustan las sorpresas, eso es como decir que no te
gusta probar todos los bombones de una caja de Cartedor, o no te gusta buscar
el regalito de un roscón de reyes cortando este de forma desordenada.
Y es que
nadie puede evitar sonreír ante algo que no se esperaba y le ha gustado. Nadie
puede evitar alegrarse de su existencia aunque solo sea por un momento, las
sorpresas siempre salen de manera inesperada.
La personas
que menos te lo esperas te pueden sorprender de tal manera que todos tus
prejuicios se desmoronan como castillo de naipes en un bar, cada día nos
podemos sorprender a nosotros mismos al sonreír sin venir a cuento en un mundo
en el que desgracias no faltan, incluso nos podemos sorprender al darnos cuenta
de que alguien que está peor que nosotros aparenta ser más feliz, y es que no
solo lo aparenta, sino seguramente lo sea.
Sorpresas, dícese
de la monja que está en la cárcel, y dejando la coña a un lado simplemente
repito, afirmo y pregunto…
Sorpresas, el
mundo está lleno de sorpresas, y es que, ¿No son estas las que hacen de este
algo digno por lo que vivir?