miércoles, 21 de diciembre de 2011

miércoles, 14 de diciembre de 2011

UTOPIA QUE MUY POCOS LOGRAN


Desde joven una mochila, mis malabares, y la guitarra colgada a la espalda.
Mi monociclo y mis botas, mi medio de transporte, y que estas aguanten el camino, mi única preocupación.
Mi objetivo, absolutamente ninguno, mis sueños de futuro, que el presente dure cuanto más, mejor.
Mi forma de vida, mis propios hobbies y mis únicas pertenencias.
Mi alimentación, lo que pueda comprar con lo ganado ese día en las actuaciones callejeras.
Mis ahorros, todos los que pueda para las vacas flacas.
Mis ideales políticos, ninguno, no me sirven para nada.
Mis amistades, las echo de menos, pero hago nuevas allá donde voy.
Mi familia, que no se preocupe, soy feliz tal como estoy.
Mi fuente de conocimiento, completamente autodidacta, y mis estudios, todo aquello que veo durante el viaje.
Mi casa, un enorme techo estrellado, y como cama, un saco calentito y un suelo del que no me voy a caer.
Mi calefacción, aquellas ciudades sin invierno y mi aire acondicionado, aquellas en las que siempre hace frio.
Como paredes, siempre un nuevo paisaje.
Como vecinos, extranjeros de distintas nacionalidades.
Mi cordura, algunos dudan de que la tenga
Sus preocupaciones, todas aquellas que yo en un momento decidí dejar de tener.
Mi nombre, no me acuerdo.
Mis apodos, caminante, saltimbanqui, perroflauta…
Mi apariencia, ¿Acaso importa eso?
Mis recuerdos, maravillosos sitios, culturas, personas…
Mi día a día, un mundo nuevo cada vez.
Mis miedos, todo aquello que me impida continuar mi andanza.
Volverme viejo, bueno, al menos habré vivido más que una mayoría.